martes, 7 de abril de 2015

LA CUMBRE DE LAS AMERICAS Y "EL ENEMIGO SAJÓN"


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Los medios internacionales y nacionales están cargados de análisis y conjeturas sobre lo que pudiera ocurrir en la próxima Cumbre de las Américas en Panamá. Todo pareciera apuntar a que la agenda oficial del encuentro (temas sustantivos para nuestros países) será puesta de lado, y la reseña final, con seguridad, se focalizará en los asuntos que el público de galería más espera: el eventual rifirrafe entre Obama y los albanos por causa del gobierno venezolano, o el apretón de manos entre aquel y Castro.
El suspense está en el ambiente. Que si Obama sólo se reunirá con los países centroamericanos y desdeñará a los suramericanos, que si los albanos y sus alcahuetes de Brasil y Argentina montaran un tinglado antiimperialista paralelo a la Cumbre, que Maduro se presentará con sus firmas, en su mayoría, coaccionadas o de dudosa veracidad, pidiendo la derogatoria del decreto de Obama contra violadores de los DDHH o que los gobiernos de EEUU y Venezuela enterrarán el hacha de la guerra gracias a gestiones mediadoras de terceros.
Pronósticos hay para todos los gustos. 
Conociendo como conocemos a los desalmados que gobiernan a Venezuela, no sería extraño que hicieran una de las suyas en esta ocasión, a pesar de los deseos del presidente panameño de que el evento ocurra sin episodios inconvenientes.
De los desaguisados y torpezas de los bolivarianos, a lo interno y en lo internacional, tenemos suficientes muestras. Es proverbial su “diplomacia” tosca de verduleros, solo comparable con la de los más incivilizados países. No se equivocaba un alto funcionario cubano, cuando hace algunos años en una reunión internacional nos decía, con gesto despectivo, que a Chávez ellos lo veían como a los dictadores africanos con quienes ellos habían tenido relaciones.
Las respuestas de los jerarcas chavistas encargados de las relaciones internacionales frente a las críticas y cuestionamientos externos corroboran ese proceder impropio.
Para los cubanos, sin embargo, la Cumbre es muy importante, al menos en términos simbólicos. Imagino que habrán pedido a los chavistas que no le agüen  la fiesta, que no perjudiquen sus planes con el demoníaco Imperio.
La mayoría de los observadores salivan esperando un eventual tête-à-tête entre Obama y Castro, como consecuencia del actual proceso de acercamiento entre sus países. Sin embargo, el absurdo antiamericanismo, tanto el abierto como el soterrado, tendrá un escenario, una vez más, para su proyección.
No veremos a los presidentes tocar ni con el pétalo de una rosa a los gobernantes que están desmantelando la democracia, violando los derechos humanos y robando a saco los dineros públicos en sus países.
¿La señora Rousseff dirá algo al respecto? ¿Peña Nieto quebrará una lanza sobre alguno de esos temas? ¿Tabaré Vazquez repudiará la persecución política contra la oposición en Venezuela? ¿Santos pedirá la aplicación de la cláusula democrática de la OEA? ¿Kirchner exigirá mano dura contra la corrupción sin fronteras?
Me temo que nos quedaremos sin respuestas a tan cruciales asuntos.
Mientras tanto, no faltará el sainete. Veremos al líder de América Latina,  Maduro, dirigir el coro. Los presidentes cómplices que le han comprado su fantasiosa patraña de que Venezuela será invadida de un momento a otro por los marines, todos envueltos en sus banderas nacionales, y evocando a Bolívar, Tiradentes y Martí, con voz grave y en éxtasis delirante, declamarán aquellos versos del colombiano Torres Caicedo: “La raza de la América latina / al frente tiene la sajona raza / enemiga mortal que ya amenaza /su libertad destruir y su pendón”.
Con los pechos henchidos saltarán de emoción los presidentes latinoamericanos y caribeños, ayunos de un liderazgo serio y responsable en la región, rodearán a quien hoy los representa, para acompañarlo en la nueva batalla contra al demonio imperial.
A los pocos días, nadie recordará el encuentro hemisférico. Será otra Cumbre fallida, una pérdida de tiempo y dinero, un descrédito más que se suma a la contabilidad de la supuesta “Patria Grande”.

EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
emilio.nouel@gmail.com


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