martes, 7 de octubre de 2014

                                AECIO NEVES, LA ESPERANZA DE CAMBIO SIGUE VIVA


                                                  


AECIO NEVES, LA ESPERANZA DE CAMBIO SIGUE VIVA
Dilma Rousseff, como se esperaba, ganó la primera vuelta. Para el ballotage, el resultado le es incierto, aunque sigue teniendo la opción principal.
El tucano Aecio Neves descontó de manera impresionante la ventaja que le llevaba Marina Silva, hasta hace unas semanas la rival con mayor peso frente a la presidente en ejercicio, desplazándola del segundo lugar.
Las encuestas del último mes y medio descaminaron a los observadores, la polarización tradicional entre el PT y el PSDB lucía rota. Marina se derrumbó estrepitosamente con la misma velocidad con que se colocó en cierto momento en el primer puesto. Flor de un día.
Al ver los resultados del domingo pasado, sólo queda decir que o los sondeos se equivocaron, al darle una preeminencia que no tenía sólidamente en el electorado, o Silva, con sus errores de campaña, sumados a los ataques inclementes de sus contendores, perdió en pocos días el apoyo que inicialmente tuvo a la muerte de Campos.
Lo cierto es que Marina vuelve a sacar una cifra nada desdeñable, mayor a la de las elecciones pasadas. Mantiene un capital electoral “cautivo” de alrededor de 22 millones de votantes, que habrá que seducir para la confrontación final del 26 de Octubre.
Los tucanos -así llaman a los socialdemócratas en Brasil- ya andan conversando con representantes de Silva para llegar a unos arreglos que abran la posibilidad de ganar en la segunda vuelta. La mayoría de los dirigentes importantes del Partido Socialista acordaron  unirse a la candidatura de Neves, a pesar de algunas disidencias. Por otro lado, dirigentes tucanos quieren acordarse sólo con ella, porque representa un símbolo importante que goza de un apoyo considerable. En el día de hoy, se supo que el partido de Marina, Red Sustentable, dio libertad a su militancia de votar por quien quiera, lo cual hace posponer el apoyo de ella a Neves.
El ex presidente Fernando Henrique Cardoso ha estado muy activo en lograr ese acuerdo, que podría significar la derrota del gobierno.
En Brasil hay escepticismo sobre el futuro, la economía anda cojitranca. Los casos de denuncia de corrupción en el gobierno son numerosos. El PT y el lulismo están involucrados en todos. Y esa llaga purulenta la seguirá abultando Neves en los días venideros.
Neves ganó en todos los barrios de Sao Paulo. Los mercados se entusiasman con la posibilidad de que éste derrote a Rousseff.
Neves ha prometido llevar al Banco Central a quien lo presidió en la época exitosa de Cardoso, tiempo en que la moneda se estabilizó y las cuentas del país se sanearon.  El programa de Neves propugna por la descentralización.
Mientras Dilma habla de los fantasmas del pasado, crítica velada al gobierno de Cardoso, Neves dice que los brasileños están preocupados con los monstruos del presente: inflación, recesión y corrupción.
Muchos demócratas vemos con simpatía un probable triunfo del tucano. Aecio Neves representaría no sólo para los brasileños un viraje importante en la situación política y económica doméstica, también para la región y el hemisferio. La reputada Itamaraty, institución diplomática devaluada en los gobiernos del PT, recobraría su prestigio y estima, muy disminuidos en años recientes por la ideología, y cambios estratégicos y alianzas internacionales incomprensibles.
En materia de integración regional, Neves señala el estancamiento de Mercosur, plantea una nueva estrategia para salir del encierro en que lo han metido los gobiernos últimos. Un Mercosur ensimismado no está en sus planes. Comparte la idea de uno volcado a otros socios en el continente y el mundo. Es de esperar una nueva orientación en la política exterior hacia el hemisferio, EEUU y los países desarrollados.
Para los venezolanos que luchamos contra un gobierno autoritario, el triunfo de Neves podría convertirlo en un actor político en el entorno regional que propicie con otros factores, cambios favorables a la recuperación de  nuestra democracia.  
La pelea aun no está ganada. Dilma Rousseff dispone de muchos y grandes recursos políticos que están puestos en tensión para evitar la derrota. El PT es un partido implantado y fuerte, aunque carcomido por la corrupción.¿ Como votaran el 26 los que votaron por Marina?

Desde Venezuela, unos cuantos apostamos por el triunfo del tucano. Quién quita que gane. 

EMILIO NOUEL V.

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