martes, 10 de diciembre de 2013

8D: TABLAS

Visto lo visto, entre el 14A y el 8D, no se produjo ningún cambio sustancial en términos de correlación de fuerzas electorales, sobre todo, si vemos los porcentajes de los factores fundamentales en pugna. Y no tenía por qué haberlo.
El que antes del 8D estaba esperando un trastorno radical de la realidad política a causa de las elecciones municipales, pues tenía una lectura muy descaminada de la cuestión.  
Razones de fondo para un cambio de posición o preferencias políticas de la población electoral en 8 meses, no habían ni aun están presentes. Una mudanza de los humores del venezolano requiere una mayor maduración, a pesar de los problemas graves y persistentes de inflación y escasez que sufre.
Para mí, el resultado del 8D es tablas. El gobierno perdió unas cuantas alcaldías y concejalías.  Y no es poca cosa, nada menos que las 6 ciudades más importantes del país; la capital de la República entre ellas, y una simbólica: la de la tierra de Chávez. Son ellas las más pobladas y de mayor significación política, económica y cultural.
En Caracas, la oposición gana 4 municipios de 5, llevándose el trofeo principal: la Alcaldía mayor. Nacionalmente, duplica o casi el número de las que tenía.
Si estos simples datos preliminares, más allá de la polémica sobre las distintas maneras de contar los votos nacionales, no significan una derrota para el gobierno y un avance muy importante para la oposición, que baje Dios y lo diga.
En cuanto al tema de lo plebiscitario de las elecciones, independientemente de que se hubiera enfocado o no así, los que se movieron a votar lo convirtieron en tal. Y en este tema nos queda una evidencia incontrastable que surge del 8D: Digan lo que digan los que sacan cuentas de uno y otro bando, por los candidatos del gobierno votó menos del 50% de los electores.

El país que se expresa electoralmente sigue dividido en dos grandes porciones.
Sobre la abstención, en esta oportunidad el 42%, sólo puede decirse que en este tipo de eventos siempre es alto el porcentaje, nihil novum sub sole. ¿Cómo piensan los abstencionistas política y electoralmente? Pues quien pergeña estas líneas, no lo sabe. Decir que se inclinan por uno o por otro, o por ninguno de los bandos, y en cuál proporción, ya es una labor adivinatoria que sólo está al alcance de los pitonisos o de los opinadores alegres de las redes sociales, no del suscrito.
De modo pues, que el resultado del 8D, visto en perspectiva, a mi juicio, resultó tablas. En los espacios institucionales municipales se dio un “ajuste” que concreta los cambios en términos de correlación de fuerzas que se han producido en los últimos años a favor de la oposición democrática. La oposición pasa así a recuperar el terreno perdido.
3 elementos más a comentar en esta primera aproximación al 8D.  
El proceso de ruralización del PSUV ha seguido el curso que ha venido transitando desde hace un tiempo. Como se sabe, el gobierno central y regional, en general, es casi única fuente de empleos en las localidades menos desarrolladas y más apartadas. Allí todo depende del gobierno.
En la oposición, VP de Leopoldo López sale bien parada en cuanto al número de alcaldes que logra, aunque si le aplicamos el criterio poblacional, bajo tales nuevas autoridades, quedarán, en promedio, localidades pequeñas.
Frente a todo resultado electoral están los que ven el asunto desde la óptica de la mitad del vaso vacío y otros desde la mitad del vaso lleno.
También están los negativos y pesimistas irremediables, los paladines de la antipolítica, los obsesivos anti-MUD y anti-Capriles, los impacientes “purgados”, los “frauduleros”, los militarista-golpistas, los aventureros y los que el cantante Alejandro Sanz llamaría “pescadores de defectos en agüitas de ignorancia”; todos nefastos para la política democrática. A éstos, los resultados electorales no les acomodan ni les acomodarán nunca. Es la misma postura que tienen frente a los partidos y sus dirigentes.
El año entrante será “candela”. No habrá evento electoral. Sin embargo, estamos, desde lo institucional, mejor apertrechados, gracias a una estrategia política correcta, que deberá también ser ajustada. Hemos logrado varios bastiones desde donde podremos impulsar la lucha social y demostrar que sabemos gobernar mejor que los chapuceros y corruptos que están en el poder central hoy. Enfrentar el enorme poder financiero del gobierno, su dominio de los medios y sus arbitrariedades, ha sido un desafío extraordinario. A pesar de ello, la oposición pudo salir airosa de la contienda y avanzar.

EMILIO NOUEL V.

@ENouelV




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