lunes, 4 de julio de 2011

NOTAS HISTÓRICAS SOBRE LA INTEGRACIÓN EN EL HEMISFERIO AMERICANO V


Emilio Nouel V.



EL CONO SUR SE AGRUPA: MERCOSUR

El régimen comercial de MERCOSUR es la concreción de una idea que venía madurando tiempo atrás en el Cono Sur. Debe recordarse aquí la iniciativa de creación de una unión aduanera con BRASIL que el gobierno argentino hizo a través de su Ministro de Hacienda, Federico Pinedo, en 1940.

Cuatro décadas después, en 1986, BRASIL y ARGENTINA firman un Programa de Integración y Cooperación Económica, en el marco de ALADI. En 1988, firman el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo. Estos 3 instrumentos constituyen los antecedentes más importantes e inmediatos de MERCOSUR. En fecha 26 de Marzo de 1991, mediante el Tratado de Asunción, BRASIL, ARGENTINA, PARAGUAY y URUGUAY iniciarán juntos su proceso de integración.

En 1994, con la firma del Protocolo de Ouro Preto, se establecen las instituciones del régimen. El sistema que se instaura es de naturaleza intergubernamental de cooperación, porque no hay cesión de soberanía legislativa o judicial a órganos supranacionales; la organización tiene personalidad jurídica y el sistema es de carácter provisorio.

El Tratado de Asunción dispone la constitución de un Mercado Común -sui generis según L.O. BAPTISTA- entre los países miembros, el cual deberá estar conformado el 31 de Diciembre de 1994. Tal mercado implicará la libre circulación de bienes, servicios y factores de producción; la eliminación de derechos aduaneros y restricciones no arancelarias o medidas equivalentes; el establecimiento de un arancel externo común; una política comercial común; coordinación de posiciones en foros económicos internacionales; coordinación de las políticas macroeconómicas y sectoriales de comercio exterior, agrícola, transporte, industrial, fiscal, de servicios, transportes, de capitales, etc.; y un compromiso de armonización de legislaciones.

El articulado dispone que el Mercado Común estará fundamentado en la reciprocidad de derechos y obligaciones.

Por otra parte, establece los instrumentos que estarán en vigor durante el período de transición, a saber: un Programa de Liberación comercial con rebajas arancelarias progresivas, lineales y automáticas; coordinación gradual de políticas macroeconómicas; un Arancel Externo Común, y acuerdos sectoriales.

La estructura institucional orgánica del régimen será conformada por dos instancias: El Consejo del Mercado Común, órgano superior de representación, y el Grupo del Mercado Común, órgano ejecutivo coordinado por los Ministros de Relaciones Exteriores. También forman parte: la Comisión de Comercio, que vela por la aplicación correcta de los instrumentos de política comercial y se pronuncia sobre las consultas que le formulen los países miembros; la Comisión Parlamentaria Conjunta, que podrá hacer recomendaciones al Consejo del Mercado Común, el Foro Consultivo Económico-Social y la Secretaría Administrativa, que es un órgano de apoyo operacional.

Las Decisiones, Resoluciones y Directivas emitidas por los órganos competentes del sistema tienen el carácter de obligatorias para todos los miembros de MERCOSUR, aunque no generan derechos y obligaciones para las personas jurídicas y naturales residentes en el área de integración. Tales instrumentos jurídicos deberán ser incorporados a los ordenamientos jurídicos nacionales mediante los procedimientos constitucionales respectivos.[1] Las decisiones de los órganos mercosurianos se toman por unanimidad.

En cuanto a la solución de las controversias, el MERCOSUR optó en un primer momento (Tratado de Asunción) por la negociación directa entre las partes en conflicto, y luego por la intervención del Grupo de Mercado Común o el Consejo. El Protocolo de Brasilia (1993) fue el primer instrumento jurídico aprobado por el Consejo y establece un sistema de solución de las controversias con los procedimientos a seguir en esos casos. Es válido para los reclamos de los Estados y de los particulares. En cualquier caso, este sistema de solución de diferencias estaba condicionado por la naturaleza transitoria y evolutiva que le fue conferido al esquema de MERCOSUR desde sus inicios.

Sobre esta materia fue suscrito el Protocolo de Olivos (2002) para la solución de controversias y su Reglamento al año siguiente. Posteriormente, en la XXVI Reunión Ordinaria del Consejo de Mercado Común, en Julio de 2004, se reglamentó un artículo del Protocolo de Olivos. Este instrumento vino a entrar en vigencia en enero de 2004, y contempla la posibilidad de elegir foros para dirimir las controversias que se presenten entre los Estados partes. Allí se prevé que los países podrán optar entre los mecanismos de la OMC o aquellos otros previstos en acuerdos preferenciales en que estén involucrados. Se incluye también un Tribunal Permanente de Revisión para la fase arbitral en el marco del mencionado Protocolo.

Finalmente, deben ser mencionados otros instrumentos relativos a la vigencia de las instituciones democráticas. El Compromiso Democrático firmado el 25 de Junio de 1996 y el Protocolo de Ushuaia de 1998 contienen disposiciones en las que los países de MERCOSUR reiteran su compromiso con la democracia como condición sine qua non, esencial, para la participación en el proceso de integración, y afirman que cualquiera ruptura del orden democrático dará lugar a la aplicación de medidas de suspensión de los derechos de cualquier país en la integración.

El balance en términos generales de MERCOSUR, a pesar de las crisis recurrentes y los graves problemas que atraviesa en la actualidad, es positivo. Frente a terceros países o grupos de países ha sostenido una importante actividad en los últimos años. Es de destacar las negociaciones y acuerdos comerciales con la UNIÓN EUROPEA, 3 países de la CAN (ACE 59), el Consejo de Cooperación del Golfo, EGIPTO, SURÁFRICA, CANADÁ, ISRAEL. INDIA y la FEDERACIÓN RUSA.

La IED en los países de MERCOSUR entre el año 2002 y el 2009 alcanzó a alrededor de 181.000 millones de dólares, siendo el mayor receptor BRASIL, con 143.570, al que le siguen Argentina con 30.925, Uruguay 6.195 y Paraguay 642 millones USD. Es de destacar que en esos años América del Sur recibió en IED la cantidad aproximada de 298.269 millones.

No obstante, sobre MERCOSUR gravitan problemas de naturaleza estructural que de no ser corregidos colocarían al proceso de integración en una situación comprometida. Las tensiones comerciales presentes entre BRASIL y ARGENTINA no son de poca monta. Los problemas políticos y económicos internos de este último país afectan la marcha de la integración del Cono Sur, y hay riesgos de retroceso en los acuerdos en curso. A las restricciones que ha impuesto ARGENTINA en los últimos años a los productos electrodomésticos, azúcar, y textiles brasileños, ese mismo país ha puesto obstáculos para la importación de tejidos, baterías de automóviles y envases plásticos. Estas medidas recurrentes afectan las relaciones comerciales entre los dos socios principales del bloque, pero también con Uruguay y Paraguay. En fechas recientes (año 2011), la Presidencia de la Delegación Paraguaya del Parlamento del MERCOSUR ha denunciado las injustas e inoportunas amenazas de un reiterado bloqueo ilegal a bienes y productos paraguayos o con destino al Paraguay en puertos argentinos, que nos recuerdan períodos históricos que creímos superados con la proyección de un espacio regional compartido.”

Según los denunciantes diputados paraguayos, “una organización gremial argentina bajo la supuesta protección de derechos sociales, pretende nuevamente boicotear el comercio exterior paraguayo, tal como sucedió a fines del año pasado con los lamentables incidentes registrados en esa oportunidad, en velada connivencia con autoridades federales argentinas, que a su vez, no defendieron a cabalidad los principios y normas internacionales que rigen la materia.” (tomado de www.parlamentodel-mercosur.or).

Estas situaciones de quejas y enfrentamiento son comentadas por especialistas y vale pena traer a colación un trabajo fechado en el mes de septiembre de 2005 del SELA, en el cual se lee:

En la actualidad, el MERCOSUR atraviesa por una situación interna caracterizada por dificultades que han estado presentes en la relación entre sus miembros, las cuales intentan ser enfrentadas al más alto nivel, así como por el gradual fortalecimiento del esquema debido a los avances logrados en sus relaciones como bloque frente a otros países y grupos de países. Con relación a su dinámica interna, el tema que ha estado presente con más fuerza es el referido a las constantes disputas y conflictos entre Brasil Argentina por el tema de las asimetrías y desigualdades. Dichas asimetrías, en opinión de algunos funcionarios argentinos, más que tender a disminuir han seguido presentes e incluso se han acrecentado, perneando la discusión al conjunto de los aspectos económicos y sociales del MERCOSUR y logrando que en los ámbitos diplomáticos términos y políticos argentinos crezca la inconformidad ante la percepción de que Brasil está excesivamente preocupado por actuar como `jugador global` en la Organización Mundial del Comercio y otros foros multilaterales, en desmedro de la prioridad que debería ser asignada al desarrollo del MERCOSUR.” [2]

Este problema de las asimetrías ha llevado incluso a los países de MERCOSUR a crear un Fondo para la convergencia estructural y fortalecimiento de la estructura institucional (FOCEM), el cual tiene como propósito financiar programas para impulsar la convergencia estructural y desarrollar la competitividad, entre otros objetivos, y en el cual a BRASIL le corresponde aportar el 70% de las participaciones.

Es de destacar igualmente que BRASIL ha seguido una política sudamericana muy activa, además de la que realiza en el ámbito global, tratando de liderar un movimiento que haga contrapeso a los EEUU en las negociaciones comerciales hemisféricas y extra-hemisféricas.

Por último, debe reseñarse aquí la iniciativa de creación de un Parlamento de MERCOSUR (PARLASUR), electo por sufragio universal, directo y secreto, el que inició sus funciones a finales de 2006. Según documentos oficiales, él es “un espacio común en el que se refleja el pluralismo y las diversidades de la región, y que contribuye a la democracia, la participación, la representatividad, la transparencia y la legitimidad social en el desarrollo del proceso de integración y de sus normas.“ Está conformado por un conjunto de comisiones con competencia sobre diversos temas. (asuntos económicos, tecnología, internacionales, vivienda, educación, derechos humanos, etc)



[1] Ver de BAPTISTA, Luiz Olavo (2001): “Le MERCOSUL, ses institutions et son ordonnancement juridique”, Paris, Montchrestien, y GARNELO, Vicente (1998): “Evolución institucional y jurídica del MERCOSUR”, INTAL.

[2] SELA: La institucionalidad de la Integración de América Latina y el Caribe: Posibilidades de articulación y convergencias”, Secretaría Permanente, septiembre 2005, SP/Di No. 8-05, pags. 5 y 6..

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