martes, 23 de noviembre de 2010

LOS TLC SON LA OPCIÓN

Sergio Arancibia

Talcual


La reciente Cumbre de los países miembros del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico, APEC, sirvió de marco para que Perú firmara un Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur y otro de similar naturaleza con Japón.

Todo ello se suma a los tratados de libre comercio que ese país tiene ya firmados con China, Canadá, Estados Unidos y con la Unión Europea, además de la red de acuerdos de libre comercio que vinculan Perú con sus vecinos de la América del Sur.

Chile, a su vez, firmó un acuerdo de libre comercio con Malasia e inició conversaciones encaminadas ese mismo fin con Tailandia. Ese acuerdo con Malasia es el acuerdo de libre comercio numero 57 que tiene firmado Chile con países de todo el orbe, incluidos todos y cada uno de los países de América del norte, centro y sur, y con la Unión Europea, China, Japón, Corea del sur y varios otros países del Asia.

También en el área del Pacífico está vigente el acuerdo Transpacífico de Asociación Económica, TPP, que vincula a Chile, Brunei, Nueva Zelanda y Singapur, y al cual es posible que se integren próximamente Estados Unidos, Australia, Malasia y Perú.

LOS TLC Hay quienes piensan que los tratados de libre comercio son una expresión perversa del neoliberalismo, y que por lo tanto hay que eliminarlos de toda política económica progresista. En realidad los tratados de libre comercio son la expresión más cabal de un comercio negociado, normado y administrado, que es la antítesis del neoliberalismo. Mediante ellos los países deciden, de acuerdo a su estructura económica y sus particulares intereses, con qué países quieren establecer alianzas comerciales que impliquen preferencias recíprocas. Deciden igualmente a qué productos procedentes de ese eventual país socio están dispuestos a eliminarles los aranceles, es decir, hacerlos objeto del libre comercio propiamente tal y a qué productos mantener en listas de excepción, sujetos por tiempo indefinido al pago de aranceles.

En la negociación se decide también, obviamente, la compensación o la reciprocidad en términos de apertura de mercado que se obtendrá por parte del país socio por la apertura que el país haga de su propia economía. También la negociación de un tratado de libre comercio implica acordar con el otro país el período de tiempo en el cual se eliminarán totalmente los aranceles recíprocos, es decir, la gradualidad del proceso de plena vigencia del libre comercio, o lo que es lo mismo, el periodo de tiempo que se tomará el desmonte definitivo de los aranceles existentes al momento de la firma del tratado.

LA VÍA NEOLIBERAL La alternativa neoliberal frente a los tratados de libre comercio son los procesos unilaterales de rebaja de aranceles, o de apertura unilateral de su propia economía, sin negociación alguna y sin recibir a cambio, por lo tanto, compensaciones de ninguna naturaleza por parte de los eventuales países socios en la economía internacional.

La alternativa no neoliberal, si no conservadora, a los tratados de libre comercio es la vieja política de defensa irrestricta de la economía nacional, por la vía de barreras arancelarias protectoras que restringen el comercio y la competitividad y que llevan a los países al aislamiento comercial y al crecimiento basado sólo en el mercado interno.

Esta política de apertura negociada de mercados parece que le ha dado a Perú buenos resultados. En los últimos cinco años este país ha crecido a una tasa promedio anual de 6.5 % y en el presente año se espera que su crecimiento alcance al 8.5 %, todo lo cual lo coloca entre los países de crecimiento alto en América del Sur. Chile, a su vez, ha basado su crecimiento de los últimos 20 años precisamente en esta apertura negociada de su economía. Ambos países no sólo coinciden hoy en día en esta política de apertura hacia el mercado internacional, sino que coinciden, además, en la importancia que el Asia tiene en esta materia.


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