miércoles, 28 de abril de 2010

ADANISMO

JOAQUIN LEGUINA


Es preciso reconocerle a BALTAZAR GARZÓN, el éxito de haber aparecido, una vez más, en EL NYTimes y en otros notables medios internacionales, pero el mensaje que el juez y sus hooligans han conseguido colar allí es tan negativo, respecto a los españoles, que resulta siniestro. En efecto, este desgraciado asunto ha sembrado la idea de que en treinta años los españoles hemos sido incapaces de lidiar con el pasado, que la transición fue una bajada de pantalones, que la Guerra civil fue un tema tabú y que buena parte d el derecha sigue siendo franquista. Un hatajo de mentiras.
Me fijaré en una de ellas, una de las que mas repite el revisionismo adanista que esta hoy tan de moda. me refiero a la Ley de Amnistía (ley 46 1977) contra la cual estos hooligans, han puesto especial empeño, negando su vigencia, pues "los crímenes de guerra y los de lesa humanidad son imprescriptibles", y por ello ninguna ley "de punto final" es válida. Pura propaganda.
El único texto vinculante en crímenes contra la Humanidad está en el convenio que se elaboró y aprobó en le seno de la A. Gral de las NNUU, (Resolución 239a de 1968) que no contiene codificación alguna de normas de derecho internacional. Es un tratado-ley que solo obliga a los estados ratificantes, que han sido apenas una cincuentena, entre los que no está España ni EEUU, ni países importantes de la Unión Europea. Por lo tanto, la Ley española de Amnistía no se opuso a ninguna otra norma internacional que la contradijese. Por otro lado, el estatuto por el que se instituyó la Corte Penal establece, en su artículo 11, que esa Corte sólo tendrá competencia respecto de crímenes cometidos después de su entrada en vigor, lo cual deja fuera los crímenes del franquismo y también, por cierto, aquellos que pudieran haber cometido las autoridades republicanas.
Ahora va a resultar que la reconciliación nacional -defendida por la izquierda en vida de Franco, y puesta en práctica por todos en el período constituyente- sólo era una cobardía.

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